
Se optó por una zona amplia de entrada, cocina y salón, todo con el mismo solado, creando un espacio muy amplio y acogedor

La ganbara antes de la refoma era un espacio oscuro.


Se optó por una zona amplia de entrada, cocina y salón, todo con el mismo solado, creando un espacio muy amplio y acogedor
Piso Jon y Leire
El caserío pertenecía a los padres de Jon, que quería reformar la ganbara como un piso, para vivir para vivir en él y empezar una nueva vida.
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Una de las grandes decisiones a tomar en estos casos suele ser la cubierta: ¿la dejamos vista o colocamos un falso techo? Como ya hemos comentado en alguna ocasión, la mezcla de la madera vista de la cubierta con los elementos nuevos de la vivienda genera un contraste muy interesante, así que nosotras les animamos a que lo dejaran visto, y eso fue lo que hicieron. Eso si, previamente hubo que aislarla bien por el exterior.
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El hecho de dejar todo el espacio libre permitió además crear un altillo que si bien no tiene una altura suficiente para ser una habitación, si da espacio a la vivienda y permite colocar un par de camas donde alojar a los invitados.
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La vivienda se hizo con un programa completo de vivienda: Entrada, salón-cocina, dos habitaciones (una de ellas con vestidor y baño propios), dos baños, cuarto de lavadora, altillo y terraza.
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La terraza, que se abre al valle desde la cocina, se aprovechó para crear una mansarda en la cubierta y darle más altura a la zona de la cocina, además de ofrecer unas vistas espectaculares al valle.
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Todo el suelo se cubrió con suelo radiante y cerámica de imitación a madera, lo que da al piso el toque final para que sea un lugar amplio y perfecto donde vivir.
PROYECTO
Nueva vivienda en la ganbara de la casa familiar
SITUACIÓN
Gipuzkoa
FECHA
2012
SUPERFICIE
240 m2